Hay dos tipos de ideas económicas y sociales que, vulgarmente, son llamadas derecha e izquierda.
La izquierda considera prioritario la consecución de la igualdad social por medio de los derechos civiles, frente a los intereses individuales y a una visión tradicional o conservadora de la derecha.
Ambas tienen sus orígenes en la votación que hubo en el año 1789, surgida de la Revolución Francesa, en que se discutía la propuesta de una nueva constitución. Los diputados que estaban a favor de la propuesta de la monarquía autoritaria se situaron a la derecha del presidente de la asamblea, mientras que los que estaban en contra de ello, y preferían que el rey solo tuviera derecho a una soberanía nacional, se situaron a la izquierda.
Básicamente, los diputados de la izquierda querían un cambio político-social mientras que los diputados de la derecha no querían esos cambios.
Yo creo que ambos tienen razón y a la vez no la tienen. Me parece muy bien que los de la derecha quieran obtener riqueza a través de la libre competitividad, o sea, la relación calidad-precio y que los de la izquierda quieran mayor igualdad social, pero no consiguen estar en el medio. En la derecha, generalmente, no se tiene como objetivo una igualdad social, y eso a mí no me gusta.
Santiago Palacio
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